En este artículo aprenderás como abrir tu mente a oportunidades abundancia sin tener que pasar por grandes sufrimientos.
Clara es una alta ejecutiva de un banco, quien asiste a mi consulta con un gran sentimiento de culpa, de doble culpa, sus ojos se nublan al contarme de sus hijos y la rabia llena su cara al hablar del trabajo.
Cuando está trabajando se siente culpable de no poder atender a sus hijos, y cuando esta con sus hijos se siente culpable de no poder atender todo lo que el trabajo implica, y no poder rendir como sus compañeros.
En uno de los últimos números del Harvard Business review aparece el titulo “Trabajo vs. Vida”, “Olvídese del balance – usted tiene que tomar decisiones”.
Este título encierra la dualidad que viven un gran porcentaje de los seres humanos y en el que mis pacientes, alumnos y yo nos hemos visto envueltos.
Nuestra sociedad nos cría para ser empleados o auto-empleados, un “modelo de negocio” en el que vendemos nuestro tiempo a cambio de dinero y por supuesto, si vendes tu tiempo y empiezas a trabajar en exceso, comprometes el tiempo de los hijos, de la pareja, del ejercicio y terminamos cómo el famoso poema de Romero y que aparece en internet:
“Ahí va Romero, ahí va Romero,
en su juventud perdió su salud
buscando dinero,
en su senectud perdió su dinero
buscando salud,
y ya sin salud y sin dinero
ahí va Romero
en su ataúd.”
En mi propia experiencia el “éxito profesional” me llevó a trabajar 12 horas diarias, lo que implicaba no hacer ejercicio, no ver a la familia, no descansar, todo en aras de tener más dinero para “vivir mejor”.
Esta forma de pensar y de actuar respecto al trabajo solo habla de una total falta de claridad respecto a lo que se denomina el “proyecto de vida” de cada uno de nosotros, y es allí en donde cómo dicen en el artículo, es necesario tomar decisiones, hacer un alto en el camino y aclararnos a nosotros mismos qué es lo qué queremos construir en nuestra vida.
Las estadísticas de la Junta de Seguridad Social de Washington muestran que a la edad de 65 años en estados unidos el 75% de las personas están dependiendo de familiares y amigos, el 23% todavía trabajan y solo el 2% son económicamente independientes.
En desacuerdo con lo planteado en la revista, en donde cada uno debe pagar el precio en el área del trabajo o de la familia de acuerdo a sus prioridades, la vida provee opciones cuando uno está dispuesto a hacer cosas diferentes en pro de su calidad de vida y la de la familia. Es decir uno puede encontrar alternativas financieras que le permitan tener el tiempo y el dinero y no sacrificar alguno de los dos.
Yo soy un ejemplo vivo de esto, pasé de trabajar 12 horas al día a mi independencia financiera en 6 años. Sin embargo quien realmente tiene que pagar el precio es en el ego. Pues si uno sigue haciendo lo que sabe sin cambiar, nada cambia, muy bien lo decía Jim Rhon, “Si tu no cambias nada cambia”.
Abrirse a diferentes opciones ante la vida, requiere de un nivel de madurez que solo lo da el sufrimiento.
Solo cuando se está cansado de sufrir en una situación abrimos la mente a los cambios.
¿Que tan cansado estás tu? , ¿ante que circunstancias te abrirías a opciones diferentes que te hagan más feliz?. Yo necesité no ver a la familia, no poder hacer ejercicio y enfermarme para cambiar. Este artículo busca que se abra tu mente para que no pases por lo que yo pasé.
Si buscas opciones escríbeme a info@besosa.net
Que buen articulo me encantò, gracias por compartirlo. Abrazos.
Hola Elizabeth, que bueno que guste, estaremos publicando más, saludos.
Excelente articulo y se aplica en mi el 100% trabajo desde los 17 años y hoy en dia con 38, tengo una hija, siento que he perdido tiempo y por poca paga, no se que hacer….. estoy en el mismo trabajo desde hace 11 años, tengo estudios en administracion…me aterra tener mi propia empresa con la situacion de esta el pais.. Soy de Venezuela…